Implantar un plan de retribución flexible puede ser muy beneficioso tanto para su empresa como para sus trabajadores, ya que permite que sus empleados perciban un mayor salario neto sin que su empresa soporte un mayor coste por ello, tal y como informan desde perfiles especializados, con dichos planes se ofrece a los empleados poder cambiar parte de sus retribuciones dinerarias por retribuciones en especie.

 

Algunas de estas retribuciones en especie están exentas de tributar en el IRPF. De esta forma, el neto final que perciben sus empleados (en efectivo) acaba siendo superior al que percibirían recibiendo todo su salario en metálico para después, con dicho salario, pagar ellos mismos el servicio que se les está ofreciendo.

A estos efectos, hay que recordar que las principales retribuciones en especie exentas son los seguros médicos, el transporte, el restaurante y la guardería. 

A la hora de poner en marcha su plan de retribución flexible, tenga en cuenta que las retribuciones en especie que satisfaga a cada uno de sus trabajadores no pueden superar el 30% de la retribución total que este perciba. Además, el salario en metálico que percibe cada trabajador debe ser, al menos, el SMI (1.000 euros mensuales en 2022).