El abogado de familia, debería ser un término mucho más extendido: como el médico de familia. Si el galeno conoce todos los altibajos de nuestra salud, antecedentes, herencia genética, propensiones o hábitos… el abogado de familia es aquel jurista que es cercano a nuestras inversiones, nuestros cambios familiares, situación laboral, devaneos con el banco etc. Su importancia radica, como en el caso del médico, en el gran interés que suscita en nosotros los temas que le confiaremos. Y es que liquidar la herencia familiar; analizar la hipoteca antes de firmarla; redactar bien un contrato de alquiler o compraventa; redactar los términos de un divorcio; la custodia de los hijos… puede ser un verdadero dolor de muelas.

El presente texto tiene por objeto explicar algunas situaciones que hacen aconsejable tener cerca un abogado de familia, de cabecera o de confianza si así lo prefiere. Un profesional que sepa asistir técnicamente a la familia y que por su cercanía a sus asuntos legales de forma habitual pueda anticipar su consejo antes de que aparezca el problema. A todos nos gusta la abogacía preventiva pero solo es posible a partir de una estrechez en la relación con el cliente.

ABOGADO DE FAMILIA, LOS CASOS MÁS TÍPICOS

Veamos algunos ejemplos cotidianos en los que el abogado puede sernos de vital importancia porque nos brinda soluciones que no podemos procurarnos por nuestra cuenta y riesgo, dado que carecemos de los cauces legales necesarios para obtenerlas:

DIVORCIOS – En una separación, están en juego muchas cosas: poder seguir disfrutando de los hijos; lograr que la merma patrimonial coherente y justa; redactar un convenio de divorcio que satisfaga nuestras pretensiones… hay que decidir sobre cuestiones vitales como el régimen de visitas, la pensión alimenticia o la guarda y custodia ¿Qué sucede? Que si la parte contraria se procura el consejo de un abogado tú vas a necesitar uno, porque si no conforme a ley vas a quedar en la posición menos favorable a tu nueva vida.

HERENCIAS – Liquidar una herencia familiar es un proceso complejo y normalmente no exento de polémica. Entre las dificultades inherentes al avalúo de los bienes; el reparto de lotes; los criterios del reparto; el heredero díscolo que plantea problemas o bloquea la salida… tener un buen abogado de familia cerca nos va  a permitir resolver la herencia lo antes posible, de la forma más pacífica (lo cual no es poco cuando normalmente los coherederos son hermanos) y muy importante, de la forma más barata.

SITUACIÓN LABORAL– ¿Qué preocupa más a las familias que su fuente de ingresos? ¿Qué pasa si nos despiden? Que vamos a necesitar que el abogado de la familia pelee la mejor indemnización; que nos retorne a nuestro puesto si se demuestra improcedencia; que nos procure la mejor asistencia a nivel subsidiario etc. Esta es otra situación en la que tener un despacho de cabecera cercano, casi un confesor, nos hará más sencillo pasar por el trance y además mucho más ventajoso para nuestro interés y el de toda la familia.

EXTRANJERÍA– Ni que decir tiene que los ciudadanos que en origen son de otros países van a necesitar un abogado de familia en España. Tramitar el permiso de residencia, la nacionalidad, nacimiento de hijos en suelo español; alta en el régimen de trabajadores o autónomos; asesorar sobre todos los trámites civiles; matrimonio de un español con un inmigrante (trámites para el matrimonio mixto); enlaces multiconfesionales… El inmigrante viene a hacer su vida a España y necesita cobertura para absolutamente todos los capítulos de su situación. Nada mejor que contar con un despacho que le asesore para hacerlo todo conforme a ley y evitarse problemas.

BUROCRACIA– En los despachos ayudamos a las personas en situaciones cotidianas que llevan una carga burocrática tan absurda como típica de nuestra España, así lo decía Larra. Todo el papeleo que hay tras el nacimiento de un hijo (propio del bebé; el de las bajas laborales de los padres; el de las ayudas); todo el papeleo que hay alrededor de los alquileres de una vivienda (como inquilino o como casero); compraventa de vehículos con sus transferencias, bajas en tráfico etc. la solicitud de préstamos al banco; la redacción de testamentos… Existen infinidad de situaciones que llevan a las familias a tener un despacho de confianza para todas sus necesidades.

DEFENSA– Nuestro hijo rompe un cristal de un balonazo; nos ponen una multa recurrible por no considerarla justa; la comunidad de vecinos se opone a que cerremos nuestra terraza aunque ya hay otras cerradas… existen muchas situaciones de conflicto civil en las que vamos a necesitar que un letrado defienda nuestros intereses en cada caso. El abogado será quien nos procure la asistencia que necesitamos en tales situaciones.

Si quieres que seamos tus abogados de confianza, que velemos por tu día a día, solo tienes que escribirnos a:
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